Mostrando entradas con la etiqueta cádiz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cádiz. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Verano muy azul en las playas sanroqueñas

~~~ oOo ~~~

Los usuarios del litoral sanroqueño han disfrutado de un periodo estival muy azul, no sólo por los galardones de Bandera Azul que poseen tres de sus playas (Alcaidesa, Torreguadiaro y Cala Sardina) sino también por la calidad que se ha ofertado en cuanto a asistencia e infraestructuras. El próximo domingo día 9 termina el periodo de campaña de playa que empezó el pasado 9 de junio, pero desde el Ayuntamiento se ampliará siempre y cuando las condiciones metereológicas sean aptas para que los usuarios acudan a las playas.

El alcalde accidental, José Antonio Ledesma, indicó que "cada año incrementamos los servicios municipales y ofrecemos mejor calidad para satisfacer a todos los usuarios con equipamientos y mejoras de los accesos a las playas entre otros".

Ledesma afirmó que "este año hemos conseguido el mayor número de Banderas Azules (un total de tres) que pone de manifiesto la calidad de las aguas y los servicios que se prestan en nuestras playas". Asimismo aseguró que "no sólo vamos a trabajar para mantener estos galardones sino que también haremos todo lo que esté en nuestras manos para que el próximo año, si es posible, tengamos más Banderas Azules".

Además el alcalde accidental manifestó que "la excelente labor ejercida por el grupo SCEN (al que el Ayuntamiento sanroqueño ha contratado el servicio de vigilancia en playas) demuestra la profesionalidad que tienen".

Por todo ello felicitó tanto al personal del servicio de playas como al teniente alcalde delegado de Playas, Salvador Romero Monrocle, y a los usuarios por poner su grano de arena para mantener las playas en perfectas condiciones.

Salvador Romero Monrocle afirmó que "nos sentimos muy satisfechos de como ha trascurrido la temporada de playas". Asimismo indicó que "las aguas de las playas de la Bahía han obtenido una valoración de 1 sobre 2, que quiere decir que son buenas para el baño y las de la zona de levante (El Faro Alcaidesa, Torreguadiaro, Sotogrande, Cala Sardina. y las "playas vírgenes" de Guadalquitón y Borondo) tienen 2 sobre 2, es decir, que son muy buenas para el baño".
Por otro lado manifestó que "hemos tenido la inspección de Bandera Azul por poseer tres de estos galardones y el informe ha sido muy positivo, por lo que seguramente seguiremos manteniendo las tres banderas".

Las playas de la Bahía (Guadarranque, Puente Mayorga y Campamento) han contado con módulo de salvamento, módulo de aseos masculino, femenino y para discapacitados, silla para discapacitados, torre-quiosco de vigilancia, silla de vigilancia, cartelería de información y conducta, balizamiento, duchas, lavapies, papeleras y pasarelas. En ninguna de las tres playas se han registrado incidencias relevantes.

Además han contado con servicios de limpieza diaria compuestos por un peón y un tractor con limpiaplayas en horario de 7 a 14.00 horas. Por otro lado, las playas que han obtenido el galardón de Bandera Azul (El Faro Alcaidesa, Torreguadiaro y Cala Sardina) han estado equipadas con módulo de salvamento, módulo de aseos múltiples (discapacitados, señora y
caballero), silla anfibia para discapacitados, sillas de vigilancia, cartelería de información medioambiental, balizamiento, duchas, papeleras, zonas de sombra para discapacitados, y señalizada para el naturismo, aparcamientos para discapacitados y punto limpio (orgánica, envases, papel-cartón y vidrio). Asimismo han contado con un servicio de limpieza
diario.

La playa de Sotogrande ha contado con un módulo de salvamento, balizamiento y papeleras, además de un servicio de limpieza diario. Por último las playas vírgenes de Guadalquitón y Borondo han estado previstas de papeleras en la zona accesible del Faro y en servicio de limpieza todos los días.

Más información en
http://www.sotograndedigital.com/noticia.asp?ref=1530

~~~ oOo ~~~

viernes, 14 de septiembre de 2007

La capital del viento

~~~ oOo ~~~

Viento y mar

Los 35 kilómetros de costa de Tarifa aseguran jornadas de deportes acuáticos sin aglomeraciones.

Sopla el Levante en Tarifa, el paraíso de los deportes acuáticos, donde los windsurfistas emergen entre las aguas del Atlántico y el Mediterráneo

Ultimo rincón al sur de Europa y balcón con vistas a África, este pequeño pueblo pesquero de 17.000 habitantes, situado a tan sólo 14 kilómetros de Marruecos, crece como una ola en verano para acoger a cerca de 100.000 visitantes atraídos por sus magníficas playas de finísima arena blanca y sus múltiples posibilidades de ocio y aventura. El municipio cuenta con 35 kilómetros de costa, una extensión que hace posible disfrutar del sol y del mar sin las aglomeraciones que se producen en otros lugares turísticos de la Península.

Los primeros surferos llegaron a este enclave de la Costa de la Luz a principios de los años 70. Muchos de ellos, hipnotizados por el lugar, se quedaron a vivir para siempre y montaron sus escuelas de vela. Ése fue el germen de lo que hoy se considera uno de los principales paraísos del mundo para la práctica de deportes acuáticos.

Aunque es posible navegar en todo el litoral, Valdevaqueros es el arenal más concurrido. Cuerpos esculturales y muy bronceados, melenas al viento, pulseras y gargantillas de cuero, camisetas con dibujos de surf a la espalda, trajes de baño hasta la rodilla o pequeños bikinis la convierten en la playa de moda para los amantes de la vela.


Sopla el viento de Levante. Desde primera hora de la mañana, las aguas azules del Atlántico y del Mediterráneo, que se dan la mano en este punto, se inundan de pequeñas motas de colores. Son las velas de los windsurfistas que han madrugado para aprovechar que Eolo ruge con fuerza. Si levantas la mirada, el cielo también está cubierto de extraños pájaros que bailan sin parar.
Las cometas de katesurf, la última forma de navegar sobre tabla que arrasa en Tarifa, vuelan al ritmo que marcan sus habilidosos patrones. Conforme pasan las horas, llegan a la playa más tablas, más velas, más cometas... Nadie quiere perderse un magnífico día de viento y sol, ya sea para volar entre las olas o para observar el entretenido espectáculo deportivo.

Cuando los relojes marcan mediodía y el hambre aprieta, llega el momento de recuperar energías tras el esfuerzo. Los chiringuitos de la zona ofrecen una comida sana y reparadora, a base de ensaladas, verduras y platos a la plancha. A partir de las cinco de la tarde, varios chill out al aire libre, como Tres mares y Explora, situados en las inmediaciones de Valdevaqueros, se llenan de gente joven que espera la llegada del atardecer, un momento mágico en Tarifa.
Cuando el sol se duerme, se produce una desbandada general y todo el mundo regresa a casa para quitarse la sal y prepararse para vivir la noche. El casco histórico de Tarifa es el núcleo donde se concentra el ambiente nocturno. Para cenar, se puede elegir entre tascas con tapas típicas de Andalucía, restaurantes o puestos de comida rápida. Después, los locales de copas se inundan de veraneantes hasta bien entrada la madrugada.

De compras

Otro de los atractivos de Tarifa son sus tiendas. La calle Batalla del Salado cuenta con numerosos establecimientos de material para la práctica del windsurf, ropa hippy y surfera, bisutería, regalos y decoración. Marcas como Quicksilver, El Niño, Mala Mujer o Aldea global son las grandes estrellas de la moda en la punta más al sur de Europa.

El casco histórico atesora rincones idílicos. El trazado de sus calles y la muralla que lo rodea son de origen musulmán. Arcos y azulejos de vivos colores adornan las fachadas de las casas encaladas de blanco inmaculado. El castillo de Guzmán el Bueno es el edificio más emblemático de la ciudad. A sus puertas se levanta una gran estatua del rey Sancho IV, artífice de la reconquista de estas tierras. A sus pies se encuentra el puerto pesquero y la playa Chica, una cala muy frecuentada por los tarifeños. A continuación, se encuentra la playa de Los Lances, que parte de las afueras de la ciudad y se extiende hasta Valdevaqueros.

Para alojarse existe la posibilidad de elegir entre los pequeños hoteles con encanto que se encuentran a lo largo de la costa o instalarse en el casco histórico del pueblo. En los últimos años han abierto sus puertas en pleno centro varios establecimientos que tienen como señas de identidad una decoración muy cuidada y un trato personalizado a los huéspedes. Si el presupuesto es más ajustado, también hay varios hostales a precios más asequibles y cámpings repartidos por toda la zona.

Si has descubierto que tu pasión es surcar las olas con una vela o volar a merced de una cometa, en Tarifa puedes encontrar cursos para iniciarte en la práctica de esos deportes. Pero si, por el contrario, tu deseo es disfrutar de unos días de relax en la playa y hacer excursiones, esta localidad también ofrece interesantes alternativas.

La playa de Bolonia, donde empiezan a fluir las aguas del Atlántico, está más resguardada del viento, por lo que se puede tomar el sol sin que se vuele la toalla y la arena se pegue al cuerpo. En este entorno salvaje, las vacas pacen tranquilamente en la hierba, a pocos metros de la playa.
En los días claros se divisa en el horizonte la costa africana. También es posible darle un capricho a tu piel y embadurnar todo tu cuerpo con barro en pozas de arcilla, practicar el nudismo en alguna de sus calas o visitar las ruinas romanas de Baelo Claudia, que datan del siglo I a.c. En este enclave se situaba una ciudad romana que se dedicaba a la fabricación y comercialización de salazones de atún. También quedan restos del teatro, el cementerio y los baños.

Dentro del término municipal de Tarifa, a unos 20 kilómetros del pueblo, se encuentra Zahara de los Atunes y su playa de los alemanes. Recibe este nombre porque, después de la Segunda Guerra Mundial, fueron muchos los nazis que huyeron de su país y se escondieron en esta aldea de Cádiz, formando una pequeña colonia. Protegida por grandes acantilados, la playa sabe despistar mejor que ninguna otra al fuerte Levante. Junto a los Alemanes, la playa de Atlanterra se extiende varios kilómetros limpia y salvaje hasta Barbate.

En el centro de Zahara hay buenos restaurantes para comer marisco, atún de la zona o arroz caldoso. Para terminar la noche, existen dos chiringuitos, La gata y La Luna, que sirven copas entre las dunas de la playa.

Marruecos, a un paso

Otro plan excelente para pasar una jornada inolvidable es coger el ferry a Tánger, que sale de Tarifa, y en una hora encontrarte en una de las ciudades más típicas y emblemáticas de Marruecos, ideal para perderse por sus bazares y ver auténticos encantadores de serpientes, hacer compras en el zoco, visitar la Kasbah o dar un paseo romántico por los Jardines del Sultán, un maravilloso entorno de hierbas aromáticas, naranjos, limoneros.

Desde el puerto de Tarifa también salen a diario barcos que ofrecen una ruta por alta mar para ver los cetáceos que cruzan el Estrecho de Gibraltar. Durante todo el año, en estas aguas habitan delfines y ballenas piloto. En primavera y verano, también es posible ver orcas y cachalotes. Además, hay un importante movimiento de aves migratorias. Hasta doscientas especies de pájaros viajan por esta zona en busca de tierras más cálidas.

Tierra adentro, se encuentra el Parque Natural de los Alcornocales, el bosque de corcho más grande de Europa y auténtico pulmón de la provincia de Cádiz. Es un lugar perfecto hacer senderismo. A lo largo de sus 165.000 hectáreas, hay varias rutas para hacer excursiones a pie, en bicicleta o a caballo. Tarifa es, además, un sitio privilegiado para los amantes del golf. En sus alrededores existen algunos de los mejores campos de España para practicar este deporte, como San Roque, Valderrama o Sotogrande, en dirección a Málaga, o La Dehesa de Montenmedio, en sentido Cádiz.

Más información en
http://canales.laverdad.es/nuestratierra/nt08092007/suscr/nec18.htm

~~~ oOo ~~~

miércoles, 25 de julio de 2007

La capital del viento

~~~ oOo ~~~

Los windsurfistas toman Tarifa, cuyas playas reciben estos días hasta 100.000 visitas. Tiendas, hoteles y escuelas giran en torno al turismo

Último rincón al sur de Europa y balcón con vistas a África, Tarifa, ese pequeño pueblo pesquero de 17.000 habitantes, situado a tan sólo 14 kilómetros de Marruecos, crece como una ola en verano para acoger a cerca de 100.000 visitantes atraídos por sus magníficas playas de finísima arena blanca y sus múltiples posibilidades de ocio y aventura. Cuenta con 35 kilómetros de costa, una extensión que hace posible disfrutar del sol y del mar sin las aglomeraciones que se producen en otros lugares turísticos de la Península.


Los primeros surferos llegaron a este enclave de la Costa de la Luz a principios de los años 70. Muchos de ellos, hipnotizados por el lugar, se quedaron a vivir para siempre y montaron sus escuelas de vela. Ese fue el germen de lo que hoy se considera uno de los principales paraísos del mundo para la práctica de deportes acuáticos. Aunque es posible navegar en todo el litoral, Valdevaqueros es el arenal más concurrido. Cuerpos esculturales y muy bronceados, melenas al viento, pulseras y gargantillas de cuero, camisetas con dibujos de surf a la espalda, trajes de baño hasta la rodilla o pequeños biquinis la convierten en la playa de moda para los amantes de la vela.

Sopla el viento de Levante. Desde primera hora de la mañana, las aguas azules del Atlántico y del Mediterráneo, que se dan la mano en este punto, se inundan de pequeñas motas de colores. Son las velas de los windsurfistas que han madrugado para aprovechar que Eolo ruge con fuerza.

Un gran espectáculo

El cielo también está cubierto de extraños pájaros que bailan sin parar. Las cometas de 'kate-surf', la última forma de navegar sobre tabla que arrasa en Tarifa, vuelan al ritmo que marcan sus patrones. Conforme pasan las horas, llegan más tablas, más velas, más cometas... Nadie quiere perderse un magnífico día de viento y sol, ya sea para volar entre las olas o para observar el espectáculo.

Cuando los relojes marcan el mediodía y el hambre aprieta, llega el momento de recuperar energías. Los chiringuitos de la zona ofrecen una comida sana y reparadora, a base de ensaladas, verduras y platos a la plancha. A partir de las cinco de la tarde, varios 'chill out' al aire libre, como Tres mares y Explora, situados en las inmediaciones de Valdevaqueros, se llenan de gente joven que espera la llegada del atardecer, un momento mágico en Tarifa.

Cuando el sol se duerme, se produce una desbandada general y todo el mundo regresa a casa para quitarse la sal y prepararse para vivir la noche. El casco histórico de Tarifa es el núcleo donde se concentra el ambiente nocturno. Para cenar, se puede elegir entre tascas con tapas típicas de Andalucía, restaurantes o puestos de comida rápida. Después, los locales de copas se llenan de veraneantes hasta bien entrada la madrugada.

Otro de los atractivos de Tarifa son sus tiendas. La calle Batalla del Salado cuenta con numerosos establecimientos de material para la práctica del windsurf, ropa hippy y surfera, bisutería, regalos y decoración. Marcas como Quicksilver, El Niño, Mala Mujer o Aldea global son las grandes estrellas.

Origen musulmán

El casco histórico atesora rincones idílicos. El trazado de sus calles y la muralla que lo rodea son de origen musulmán. Arcos y azulejos de vivos colores adornan las fachadas de las casas encaladas de blanco inmaculado. El castillo de Guzmán el Bueno es el edificio más emblemático de la ciudad. A sus puertas se levanta una gran estatua del rey Sancho IV, artífice de la reconquista de estas tierras. A sus pies se encuentra el puerto pesquero y la playa Chica, una cala muy frecuentada por los tarifeños. A continuación, se encuentra la playa de Los Lances.
Para alojarse, existe la posibilidad de elegir entre pequeños hoteles con encanto o instalarse en el casco histórico. En los últimos años han abierto sus puertas en pleno centro varios establecimientos que tienen como señas de identidad una decoración muy cuidada y un trato personalizado. Si el presupuesto es más ajustado, también hay varios hostales a precios más asequibles y cámpings.

Pero si el objetivo es surcar las olas con una vela o volar a merced de una cometa, en Tarifa se pueden encontrar cursos de iniciación. Pero si, por el contrario, el deseo es disfrutar de unos días de relax en la playa y hacer excursiones, esta localidad también ofrece interesantes alternativas. La playa de Bolonia, donde empiezan a fluir las aguas del Atlántico, está más resguardada del viento, por lo que se puede tomar el sol sin que se vuele la toalla y la arena se pegue al cuerpo. En este entorno salvaje, las vacas pacen tranquilamente en la hierba, a pocos metros de la playa. Los días claros se divisa en el horizonte la costa africana. También es posible darle un capricho a la piel y embadurnar todo el cuerpo con barro en pozas de arcilla, practicar el nudismo en alguna de sus calas o visitar las ruinas romanas de Baelo Claudia. En este enclave se situaba una ciudad romana que se dedicaba a la fabricación y comercialización de salazones de atún.

Dentro del término municipal de Tarifa, a unos 20 kilómetros del pueblo, se encuentra Zahara de los Atunes y su playa de los Alemanes. Recibe este nombre porque, después de la Segunda Guerra Mundial, fueron muchos los nazis que huyeron de su país y se escondieron en esta localidad, formando una pequeña colonia.

Protegida por grandes acantilados, la playa sabe despistar mejor que ninguna otra al fuerte Levante. Junto a los Alemanes, la playa de Atlanterra se extiende varios kilómetros limpia y salvaje hasta Barbate. En el centro de Zahara hay buenos restaurantes para comer marisco, atún de la zona o arroz caldoso. Para terminar la noche, existen dos chiringuitos, La gata y La Luna, que sirven copas entre las dunas de la playa.

Otro plan excelente para pasar una jornada inolvidable es coger el ferry a Tánger, que sale de Tarifa, y en una hora encontrarse en una de las ciudades más típicas y emblemáticas de Marruecos, ideal para perderse por sus bazares y ver auténticos encantadores de serpientes, hacer compras en el zoco, visitar la Kasbah o dar un paseo por los Jardines del Sultán, un maravilloso entorno de hierbas aromáticas, naranjos, limoneros y otros árboles.

Ruta por alta mar

Desde el puerto de Tarifa también salen a diario barcos que ofrecen una ruta por alta mar para ver los cetáceos que cruzan el Estrecho de Gibraltar. Durante todo el año, en estas aguas habitan delfines y ballenas piloto. En primavera y verano, también es posible ver orcas y cachalotes. Además, hay un importante movimiento de aves migratorias. Hasta doscientas especies de pájaros viajan por esta zona en busca de tierras más cálidas.

Tierra adentro, se encuentra el Parque Natural de los Alcornocales, el bosque de corcho más grande de Europa y pulmón de la provincia de Cádiz. Es un lugar perfecto para hacer senderismo. A lo largo de sus 165.000 hectáreas, hay varias rutas para hacer excursiones a pie, en bicicleta o a caballo.

Tarifa es, además, un sitio privilegiado para los amantes del golf. En sus alrededores existen algunos de los mejores campos de España para practicar este deporte, como San Roque o Sotogrande, en dirección a Málaga, o La Dehesa de Montenmedio, en sentido Cádiz.

Más información en
http://www.diariosur.es/20070725/sociedad/capital-viento-20070725.html

~~~ oOo ~~~