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Cuando ya nada sugería un futuro de nación feliz y plena, cuando la democracia laica apenas nos insinuaba gozos a veces perturbados por la incesante cascada roja de la sangre derramada —Veracruz es un ejemplo dramático—, o el amago papal de excomuniones ya ocurridas, explicadas y hasta desmentidas por un lamentable vocero lombardo preocupaba a algunos ; mientras —para usar una frase de Elena Garro—, el pajarito de la gloria nos prometía cantar su larga melodía, nos suceden otras cosas —a veces con y a veces sin— la maravilla de las rosas: se nos encuera una multitud desmadrosa en masivo acto libertario de disciplina “artística”, para concluir en femenina y pudorosa rabieta pues hombres vestidos (y antes en pelotas) fotografían fuera de guión a las mujeres confinadas en un apartado (frase de Alejo Carpentier) “con las tetas al fresco”.
Spencer Tunick se convierte en algo así como el liberador de las cadenas del pudor nacional del olvidado país de mujeres enlutadas con la falda bajada hasta el huesito y la blusa corrida hasta la oreja y para seguir con el esnobismo neoyorquino convierte a cien muchachas (y algunas “jabugos” de obvia y considerable edad) en múltiples Fridas Kahlo, cejijuntas, bigotonas y desnudas en una casa repleta de alcatraces.
Ya hemos llegado al Primer Mundo y lo hemos hecho por el celebrado sendero del nudismo colectivo. ¡Aleluya!
Y mientras la Iglesia olvida su promulgada “latae sententiae” de automática excomunión para quien contribuya en el horrible pecado del aborto; se extravían los purpurados, de Rivera Carrera a Ratzinger, en dichos y contradicciones, en tanto, por otro camino legal —previa postrer “calentada” y anuncio de impugnación de su sentencia liberadora—, se nos va el novelesco reo político del “pejismo”, Don Carlos Ahumada (nuestra menos lograda versión del Conde de Montecristo) y se nos convierte en intimista actriz la señora Rosario Robles (ex presidenta de la Revolución Democrática, cercana al pícaro victimizado por otros de mayor picardía y empuje político) y deviene en monologante vaginal en el escenario de su exhibición filantrópica.
“Comencé a verme como él me veía. Comencé a sentirme bella y deleitosa —escribió Eve Ensler, autora de esta singular vagina monologante—, como una obra de arte, o un salto de agua... Comencé a sentirme importante, a sentirme orgullosa. Comencé a amar mi vagina... Y Paul estaba allí, perdido en su contemplación y yo estaba allí, con él, en mi vagina, y estábamos lejos, muy lejos los dos”.
Mostraos los unos a los otros
También se plantan a la mitad del foro los falsarios y los concesionarios. Se dicen llamados a robo quienes miran amenazas para su hacienda poderosa en la manifiesta inconstitucionalidad de la ley Televisa y lanzan por el aire a mañana tarde y noche a cumplidos defensores como el escasamente dotado senador Javier Orozco Gómez, mientras Santiago Creel, de quien ya habíamos hablado la semana anterior, nos maravilla con su valerosa contribución en el falso análisis del truco legislativo.
Ha dicho el actual senador, no fue (la ley Televisa) producto de una negociación, sino de una imposición, pero nunca revela de quién, lo cual equivale a no decir nada. Hay efectos sin causa en la lógica de este ilógico caballero.
Casi se iguala en talento con Lope de Vega.
—¿Quién presionó, señor senador?
—Fuenteovejuna, Señor.
Pero eso ya lo sabíamos desde hace mucho, Creel no es sino un oportunista con mal tino y quien apueste por su valentía o su reivindicadora sinceridad, perderá los pesos y los centavos (así sea en los casinitos de Televisa por su munificente actitud logrados), casi de la manera como ha perdido el ex presidente Menem su fama de macho de largas patillas impuestas a su aliño indumentario en memoria de aquel caudillo (cuya mujer no aparecía en cueros en Miami) Martín Miguel Juan de Mata Güemes, una memoria luminosa en la argentina historia de quien se exige no haya confusión con el filósofo de Ramón Durón.
Pero de regreso de esta digresión alocada y causada por la vida loca de la señora Bolocco, quien por cierto nunca ha actuado en los monólogos de la vagina sino todo lo contrario, valdría la pena recordar así sea en un breve espacio originado por la pluma de Javier Corral, cuál es la raíz de esta interminable discusión en torno de la ley de medios electrónicos:
“La concentración de las frecuencias de televisión abierta en México no tiene parangón en otra parte del mundo. Excepción de imposible defensa en el mundo democrático y en las reglas de la competencia, nuestro país causa estupor en el exterior: Televisa y TV Azteca acaparan 80% del espectro comercial. La empresa de Emilio Azcárraga tiene 243 canales, y la de Ricardo Salinas 179. La primera tiene cuatro redes abiertas desde la capital del país, y la segunda dos. Controlan contenidos y se llevan 99.4% del gasto publicitario en televisión abierta, que representa 58% de toda la inversión en medios, algo así como 25 mil 984 millones de pesos.
“Pensar que sólo con medios locales —como en alguna ocasión dijo el señor Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes—, se enfrentará esa concentración, es medio pensar. La experiencia internacional así lo indica. El camino que otros países siguieron fue acotar en primer término los monopolios y los duopolios; luego establecer límites de audiencia, frecuencias y publicidad, junto con fuertes restricciones a la propiedad cruzada de medios”.
Pero mientras todo eso sucede y los cabilderos laboran tiempo extraordinario, hasta en el Día de la Madre, el gobierno de la República reconoce a medias sus yerros jurídicos (cometiéndolos con más insistencia) y aun cuando sigue atropellando el artículo 115 constitucional (no por gusto sino por extraordinaria necesidad) y también el 129, por sacar a la calle al Ejército en tiempos de paz es decir para fines distintos de su naturaleza (sin “casus belli” manifiesto), crea un cuerpo especial cuya respuesta dependerá únicamente del Presidente de la República y cuyas atribuciones son simples.
“El Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal —dice la agencia estatal Notimex—, recibirá adiestramiento y capacitación especializada en el manejo de situaciones críticas de perturbación o alteración de la paz social y seguridad pública, cuya finalidad será el restablecimiento del orden y del Estado de derecho”.
Pero por más entorchados en la prosa, eso no borra el artículo 129 de la Constitución cuyas letras dicen: “en tiempo de paz ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”.
Entra en vigor el decreto constitutivo de estas fuerzas de élite y al día siguiente un grupo de sicarios asesina en Veracruz a cuatro escoltas del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quienes fenecen en acto de cumplimiento profesional, pues cuidaban en sus vacaciones por el puerto jarocho a los hijos y otros familiares del mandatario mexiquense.
—Fue una confusión—, dice la Procuraduría veracruzana; los narcos se equivocaron, repiten desde el paraíso los angelitos de un coro dirigido por el más célebre de nuestros mal identificados, el señor cardenal Posadas Ocampo quien de Dios goza como todos suponemos gracias a su vida ejemplar y su condición casi seráfica tanto en la tierra como en el cielo.
Cosa grave esta de diagnosticar de inmediato sin investigar, como para salir del paso.
¿Confusión de narcos? ¿Y ya? Pues se pueden entonces eliminar pesquisas y averiguaciones. Todo se sabe o todo se acomoda, lo mismo da, todo es igual en el país de las maravillas.
Pero en estos asuntos nacionales llenos de asuntos relacionados con las mujeres de distinta condición, vale mencionar la convocatoria antimachista del Presidente de la República, quien convoca a jugar limpio, a buscar igualdad, respeto a los derechos y a la femenina condición y eso, a pesar de las críticas sin sentido lanzadas contra la secretaria Beatriz Zavala, la cual considera parte del desarrollo social la instalación de estancias infantiles donde mujeres con posibilidad de mejorar de esa manera su sustento, hallan ocupación e ingreso y a quien le llueva en mojado, no por hacerlo, sino por quitarle con ello una idea a quienes se oponen al gobierno.
Más información en
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=300681
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